Editorial Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional en la Cámara de Diputados.
En el Partido Acción Nacional tenemos la firme convicción de que una real y más activa participación de los ciudadanos en la toma de decisiones sobre los temas más importantes que le afectan, sin duda alguna ayudará para hacer de nuestra democracia una herramienta eficaz para la gobernabilidad y el auténtico empoderamiento de una sociedad que clama por más y mejores espacios de influencia en el espacio de lo público.
Si bien los dictámenes de Reforma Política aprobados esta semana son un paso muy importante para la consolidación democrática, sigue sin ser suficiente, lo que nos obliga a seguir impulsando temas de enorme relevancia como la reelección consecutiva de legisladores y de presidentes municipales, que formaban parte de la minuta que envió el Senado a la Cámara de Diputados y que los representantes del PRI votaron en contra.
Hay quienes aún se oponen a que los ciudadanos tengan la posibilidad de decidir con entera libertad su respaldo a los políticos que desempeñen bien las funciones para las cuales fueron electos, o rechazar a quienes no respondan a las expectativas de los votantes.
No podemos hablar de una democracia verdadera cuando se restringe el poder de decisión ciudadana. Lamentamos que algunos legisladores del PRI mantengan posturas retrógradas que, lejos de abonar a la transformación democrática de México, se apegan a la tradición política que impusieron durante el siglo pasado.
Desafortunadamente estamos ante el riesgo de continuar con una legislación incompleta a causa de quienes ostentan la mayoría parlamentaria en la Cámara de Diputados quienes no asumen su responsabilidad ante el gran desafío que exige la renovación institucional de nuestro país.
Para el Partido Acción Nacional lograr la reforma en materia de reelección y otras más que han quedado en el tintero, seguirá siendo un reto que afrontaremos con renovado ánimo y con firme convicción para dar a los ciudadanos el derecho y la libertad de elegir lo que para ellos sea óptimo.
Desde su fundación en 1939, el Partido Acción Nacional abrigó la causa democrática como parte de su razón de ser y como motor para la acción política. Han sido muchos años, muchas décadas de intenso trabajo, para lograr, primero, la transición y alternancia en el poder, y posteriormente la consolidación de la democracia a través del cambio y fortalecimiento de las instituciones que dan vida al Estado mexicano y al régimen político prevaleciente.
La lucha por consolidar un sistema democrático que privilegiara al respeto a los derechos humanos, el voto libre de los ciudadanos y la edificación de instituciones acordes a la realidad, ha sido difícil y no exenta de problemas y confrontaciones con el poder casi absoluto representado por el PRI durante la mayor parte del siglo XX.
Mantenemos firme nuestro compromiso para consolidar la verdadera democracia, en la que los ciudadanos decidan y en la que el principio de la representatividad sea reflejo auténtico de las aspiraciones de la sociedad. Hoy, con gran orgullo, podemos decir que hemos dado pasos muy importantes para lograr dichos objetivos.
El pasado miércoles 28 de septiembre, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó en lo general el dictamen de Reforma Política que desde el mes de abril había mandado el Senado de la República para su análisis y discusión.
Dicho dictamen contiene reformas muy importantes que el PAN había impulsado desde que tuvo acceso a los espacios de representación en la Cámara de Diputados en la década de los cuarenta.
Estas modificaciones constitucionales buscan revaluar la democracia, las instituciones, la participación ciudadana en la toma de decisiones, dar poder al ciudadano para elegir, proponer, evaluar, en suma, promueven un profundo cambio en la relación entre los poderes y entre estos y la sociedad.
Hay elementos de la propuesta que son particularmente importantes y necesarios para dar respuesta a las exigencias y demandas que a los actores políticos nos ha hecho durante ya varios meses, quizá años, la sociedad civil con el fin de abrir los espacios de participación para todos y no sólo para los partidos políticos.
Por ello impulsamos y respaldamos nuevas figuras de participación formal como la consulta popular, la iniciativa ciudadana y las candidaturas independientes. Creemos en el valor de estas reformas, por eso las suscribimos, porque creemos firmemente en los ciudadanos y confiamos en sus decisiones.
Igual importancia toma avanzar en la gobernabilidad democrática de México. Por esta razón dimos nuestro aval para modificar la forma en que los Poderes de la Unión puedan coordinarse para dar viabilidad y solidez a las decisiones que se deben de tomar.
En Acción Nacional consideramos que la división de poderes debe significar equilibrio entre ellos, que cada uno realice las tareas que le confiere la Constitución. La división en el ejercicio del poder debe brindar la posibilidad al Estado de configurarse como una maquinaria eficiente, en la que cada una de sus piezas funcione de forma eficiente y hacia un mismo fin.
Es por lo anterior que avanzamos en la aprobación de la presentación por parte del Ejecutivo de iniciativas de carácter preferente, la facultad del Senado de la República para ratificar los nombramientos que el Presidente haga de los integrantes de los órganos reguladores en materia de telecomunicaciones, energía y competencia económica, la actualización de la norma constitucional en temas como garantizar la toma de protesta del Presidente de la República y su sustitución en caso de falta absoluta, la reforma para garantizar la construcción de mayorías parlamentarias y facilitar los acuerdos al interior de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
El fundador de nuestro Partido, Don Manuel Gómez Morín soñaba con un México de instituciones democráticas al servicio de los ciudadanos, y en eso los legisladores de Acción Nacional hemos enfocado todos nuestros esfuerzos: en construirlas y fortalecerlas día con día, con el impulso de nuestros principios y nuestra congruencia histórica. Lo aprobado, hasta ahora, en materia de Reforma Política es muestra de ello, y no nos rendiremos hasta lograr la plena consolidación democrática en México.
